La demencia senil es una patología que se asocia con un trastorno neurocognitivo en la vejez. Quien la sufre ve alteradas sus capacidades psíquicas y cognitivas. La fase inicial es aquella en la que podemos comenzar a ver un deterioro en la cognición de la persona, con problemas de memoria, dificultad para mantener una conversación, olvidos… e incluso cambios bruscos de humor o aislamiento. Los familiares que se encuentran al lado de una persona con demencia son los primeros en notar todos estos síntomas.
Esos mismos familiares serán los que, casi con toda seguridad, estarán al lado de la persona con demencia cuidándola. Ser cuidador de una persona mayor con demencia no es una tarea sencilla en absoluto. La persona pasará por muchos días de frustración, dudas y miedo.
¿Cuáles son los principales síntomas de la demencia?
La demencia senil se manifiesta por norma general a partir de los 70 años, aunque pueden darse casos en edades más tempranas no es lo habitual. Es una enfermedad que se caracteriza por pérdidas repentinas de memoria, dificultad para hablar o para ejecutar ciertas funciones motoras. Poco a poco la persona va quedando incapacitada para desarrollar su vida de forma autónoma y requiere de cuidados por parte de otra persona. Lo más habitual es que en las primeras etapas de la enfermedad esta función de cuidador recaiga sobre un familiar o persona cercana. ¿Cómo detectar la demencia en las personas mayores? Aquí te damos las claves.
El diagnóstico y el tratamiento precoz de la demencia senil
Un diagnóstico precoz es fundamental para trabajar diariamente con ese deterioro cognitivo que se irá produciendo. De nada sirve postergar el diagnóstico porque el paciente estará perdiendo momentos muy valiosos en su intervención. Es posible, con programas específicos, retrasar al máximo ese deterioro mental. En la Clínica Médica Dinan contamos con un equipo experto en Psicología Gerontológica que trabaja para potenciar las capacidades y ralentizar el avance de la patología. Realizando un seguimiento progresivo.
Los cambios de ánimo como la ansiedad, la depresión o la tristeza se trabajan tanto en el paciente como en los propios familiares y cuidadores. Quienes necesitarán asesoramiento para manejar todas las conductas negativas que tendrá el enfermo. La vejez y sus estados no afecta únicamente a la propia persona, también a todo su entorno.
Los talleres de memoria individuales son una buena opción para potenciar la actividad cognitiva, incluso para aquellas personas que no presentan en principio síntomas de deterioro mental. La prevención siempre es la clave de todo tratamiento.
¿Cómo funciona la psicología gerontológica?
El equipo especializado de la Clínica Dinan trabaja con el envejecimiento y sus estados de ánimo. Se evalúa el estado cognitivo del paciente para estimular al máximo sus capacidades y retrasar todos los síntomas. Además se asesora a cuidadores y familiares de su entorno para ayudarles en la tarea de cuidado.
El objetivo es conocer el estado del paciente y su rendimiento cognitivo actual para potenciarlo y prevenir los síntomas de la demencia senil. Por eso es importante acudir de forma precoz y ante los primeros síntomas de demencia.
Consejos para cuidar a una persona mayor con demencia o Alzheimer
Las enfermedades que afectan a la cognición de las personas son difíciles de sobrellevar. No es fácil ver como un familiar va perdiendo facultades mentales cada día. Por ello nuestro primer consejo para los familiares que ejercen la labor de cuidador es el asesoramiento y la información. Buscar ayuda en asociaciones o médicos profesionales no implica ser peor cuidador. De hecho para poder cuidar de alguien primero tenemos que cuidar de nosotros mismos. Nuestra salud mental es primordial.
Las situaciones diarias a las que se tendrá que enfrentar una persona como cuidadora pondrán sus emociones al límite. Por ello es importante buscar información sobre cómo será el proceso de su enfermedad y no desesperarse. Aprender a convivir con los obstáculos que se vayan presentando es la clave de nuestro propio bienestar emocional. Para ello es importante:
- En las primeras fases hay que buscar asesoramiento profesional para potenciar las capacidades de la persona. Es importante establecer rutinas y hábitos diarios y aunque vivan de forma autónoma al comienzo de la enfermedad es importante visitar al enfermo de forma asidua.
- A medida que los síntomas de la patología van en aumento también debe ir aumentando la atención que reciba la persona. Ya sea nuestra directamente o de un cuidador profesional.
- En las últimas fases de la enfermedad el paciente no podrá tomar sus propias decisiones, es importante realizar antes ciertos papeleos bancarios, con aseguradoras, autorizaciones médicas… Cuando el estado de la demencia sea muy avanzado esto será difícil y estresante.
- La paciencia será el punto clave del cuidador. Es importante tener en cuenta que la persona tendrá pérdidas de memoria cada vez mayores y habrá que recordarle todo muchas veces.
- Los comportamientos agresivos hay que trabajarlos. Lo mejor es no darles cabida y no enfrentarse a la persona buscando actividades que le tranquilicen o le relajen para calmarlo. Si esto se vuelve muy habitual será necesario buscar ayuda médica o farmacológica.
Lo más importante es no olvidar el bienestar personal de uno mismo. No debemos culpabilizarnos por no poder estar las 24 horas del día pegados al paciente. Tenemos que continuar teniendo una vida propia ya que en el futuro la recuperaremos en su totalidad. Ser cuidador es una tarea muy difícil y estresante. Es agotador y complicado por lo que buscar ayuda en asociaciones o instituciones públicas o privadas es lo mejor para ofrecerle un buen cuidado al enfermo.
Recuerda que desde hace más de 15 años en España existe una Ley de Dependencia que reconoce el derecho a percibir prestaciones económicas y servicios sociales a las personas en situación de dependencia. En la Clínica Dinan podemos asesorarte sobre el cuidado de las personas mayores y tu propio cuidado personal.
